El cuidado de su placenta es nuestra principal prioridad. Etiquetamos meticulosamente su placenta en el momento de la recolección y en el laboratorio, y la rastreamos continuamente a lo largo de nuestro proceso hasta la entrega, garantizando precisión en cada paso del camino.

Se drena todo exceso de sangre de la placenta y las venas que la acompañan utilizando instrumentos estériles de acero inoxidable.

Nuestro método sous vide utiliza un circulador de inmersión comercial para calentar la placenta a 220 grados, suficiente para eliminar cualquier bacteria o virus desde el nacimiento y al mismo tiempo preservar su biodisponibilidad.

La placenta purificada se coloca en un deshidratador antimicrobiano para una deshidratación completa a 160 grados, eliminando la humedad y manteniendo su valor nutricional y hormonal.

La placenta deshidratada se coloca en una batidora eléctrica de calidad comercial para pulverizar los trozos hasta convertirlos en polvo que luego se rellena con el sabor de cápsula solicitado por el cliente.